Honra a tu padre y a tu madre, para que sean prolongados tus días y para que te vaya bien sobre la tierra”. Deuteronomio 5:16
Nuestros problemas de pareja, de dinero y con nuestros propios hijos, entre otros... derivan de la relación que se tienen con los padres, al estar en conflicto con ellos impedimos el libre fluir del amor. Si bien es cierto que nuestra infancia dista mucho de ser el sueño dorado de cualquier niño, nuestros padres hicieron lo mejor que pudieron... Es muy complicado educar a un niño, sobre todo cuando se está sujeto a los recuerdos de una propia infancia que tampoco fue nada idílica.
En constelaciones familiares se habla constantemente de que “honrar a los padres” es la solución a la mayoría de nuestros problemas. Debido a que gracias a que un hombre y una mujer, pese a cualquier circunstancia, consumaron un “acto de amor”, permitieron que la vida fluyera para nuestra creación; ya nada más ese acto es un milagro digno de agradecer. Admirar que nuestra madre transformó su cuerpo e inclusive colocó en peligro su propia vida al llevarnos en su vientre durante el tiempo de gestación. Ya nada más ese acto requiere un profundo agradecimiento y amor.
El vínculo inicial que cada uno de nosotros tiene... es con sus padres, si este vínculo está roto, es muy difícil poder establecer cualquiera de los otros vínculos en nuestra vida, (pareja, los propios hijos). Al recibir “la vida” de nuestros padres estamos comprometidos a tomar de ellos lo que nos puedan dar y la mejor manera de agradecer ese don es honrándolos. Junto con la vida los padres se dan a sus hijos, tal y como son, sin añadir ni restar nada, no se reservan nada. En consecuencia, los hijos al recibir la vida no pueden ni añadir, ni suprimir, ni rechazar nada debido a que ellos son en su totalidad sus padres.
Este tomar es un acto de humildad, que significa asentir a la vida y al destino como se lo dieron sus padres, con los límites, las bendiciones y las implicaciones que conlleven implícitas derivadas de la familia de donde provienen.
En resumen, el honrar a los padres o tomarlos, es uno de los principios básicos de las constelaciones familiares. Es un vínculo que nos marca para toda la vida y si bien es cierto, no podemos regresar el tiempo para percibir las experiencias que vivimos con ellos de otra manera, si se puede, a partir de hoy, asumir la vida como adulto y desatar el nudo que impide que el amor circule en nuestra relación con nuestros dadores de vida.
Cuando alguien se queda anclado en el dolor o el resentimiento por sus padres pierde conexión con la vida, por lo tanto, se le hace más difícil establecer relaciones armoniosas... Más bien en ellas proyecta su resentimiento infantil, exigiéndole a su pareja toda la atención y el amor que sintió que sus padres no le dieron.
Aunque es un proceso largo y algunas veces doloroso el sanar estos vínculos es posible, volver a restablecer la conexión interior con nuestros padres, reconstruyendo los vínculos del poderoso amor que nos une con ellos.
Escrito por Sandra Marroquín
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